El andamio


Se tarda tanto
en caer
de un andamio
si eres
marfileño,
si eres
argelino,
si eres
peruano,
que tienes tiempo
de sobra
para recordar
el azucarillo del café
de las nueve,
la quiniela fallida
por culpa del Barça
o el último beso
carminado
de aquella chica
que no era
tu mujer.
Se tarda tanto
en caer
de un andamio
si eres
búlgaro,
si eres
marroquí,
si eres
rumano,
que los diarios
publican tu muerte
cuando aún vas
por el aire,
y tu familia
llora ante el ataúd
y deja crisantemos
mientras sigues
cayendo,
y pasan los días
y los meses
y los años
y todavía estás
en el aire
preguntando
dónde
habrá un suelo, 
cuándo
se acabará todo,
por qué
no se pone fin
a esto
si eres
saharaui,
si eres
esloveno
si eres
boliviano.